![Origen de la alfombra española. La primera referencia conocida a las alfombras tejidas en España está contenida en un poema latino del siglo XI y en documentos de los siglos XII y XIII que indican que el tejido de alfombra era una industria bien desarrollada y con un gran prestigio en Castilla, especialmente en las ciudades de Alcaraz y Letur. […]](https://alfombras-outlet.com/wp-content/uploads/2017/01/alcarzaz1-847x470.jpg)
Ene
Origen de la alfombra española.
La primera referencia conocida a las alfombras tejidas en España está contenida en un poema latino del siglo XI y en documentos de los siglos XII y XIII que indican que el tejido de alfombra era una industria bien desarrollada y con un gran prestigio en Castilla, especialmente en las ciudades de Alcaraz y Letur.
La tradición del tejido de alfombras en España fue desarrollada por la influencia musulmana que trajeron la técnica de Oriente. Los registros históricos indican que fueron estos quienes introdujeron este arte tradicional, tanto en la Península Ibérica como en Venecia.
Desde el siglo XIII Castilla ya era un referente europeo en la fabricación de alfombras. La alfombra Española se caracterizó por el uso de patrones geométricos, tejida por artesanos muy cualificados, con una técnica muy elaborada del teñido de lana natural. Se sabe que cuando Leonor , la hija de Fernando III de Castilla, fue a Inglaterra para casarse con Eduardo I en 1255 , llevó con ella alfombras para decorar sus aposentos, algo nunca visto entones en Inglanterra. No se sabe si todas eran anudadas en Castilla, pero data muy bien desde que época se usaban las alfombras en la Península, especialmente como sello de distinción y prestigio.

Con la expulsión de los moriscos se perdieron algunas técnicas en los tintes y el esquema de colores se fue reduciendo e incorporando uno mas del gusto europeo con la inspiración de los tejidos y terciopelos venecianos.
Durante los siglos siguientes, Cuenca pasaría a ser el centro de producción de alfombras más importante de España. Su comercio de lanas dio lugar a una pujante industria de fabricación de paños y alfombras con la proliferación de tintorerías y tejedurías que eso conllevaba. La industria artesana se siguió manteniendo, aunque con no con tanto ímpetu, debido a las crisis por la subida del precio de la lana, hasta el siglo XIX, cuando el rey Carlos IV decretó el cierre de todos los talleres de paños y alfombras para evitar la competencia con la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara en Madrid fundada por su bisabuelo,una medida de gran impacto contra la mayor fabricación artesanal de Europa en beneficio de la fabrica oficial de la corona.
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